Como todos sabéis, su origen es francés y se sirve habitualmente como base de un plato dulce o salado.
En Francia lo consumen a diario y más especialmente el día de la candelaria.
Es muy parecido a los blinis de origen británico.
Se puede acompañar con chocolate, mermeladas, azúcar, embutido... y con un sin fin de ingredientes.
Echadle imaginación, pueden quedar deliciosas tanto para postre, como aperitivo o para una cena ligera.
Una receta salada de crepes muy rica: basta poner un par de patatas en el varoma; cuando estén bien cocidas aplastar con un tenedor y añadirle unas tiras de jamón ibérico, un poco de sal y un chorrito de vino dulce.
Poned la mezcla en una tortita y enrollar.
Mmmmmm, rico, rico!.
Una receta dulce: el clásico con nata, nueces y chocolate... ¡¡ no se puede pedir más!!